viernes, 26 de enero de 2024

25 de enero

 25 de enero

He despertado pronto. Es un decir, porque he pasado una noche inquieta. Flatulencias. El plato de estofado que tomé para comer. La cebolla. Estaba delicioso, pero he sufrido las consecuencias.

Evito cocinar con cebolla, porque sé a lo que me expongo.

Es una lata, pasar la noche yendo y viniendo, para no ‘perfumar’ la cama.

Un dicho: “Con un pedo y una bufa, la cama como una estufa.”

Me metí pronto en cama. Necesitaba descansar.

Ahora he disfrutado de la luna. Estos días se deja ver. Plenilunio.

He hecho vídeos que he llevado a tiktok.

Los cristales de las ventanas están empañados. El suelo estaba mojado. Humedad.

Hoy también he tomado el aceite de orégano.

Estornudo. El antiestamínico no alcanza para todo un día.

¿Por qué comparto este diario en blog?

Si no lo llevo a blog, siento lo perecedero de este artilugio, que depende de una batería y su carga.

Aunque me hice a escribir pulsando con el índice sobre un teclado sensible, para pasar este contenido a otro soporte sigo el proceso de ir copiando en blog.

Aunque, a veces, tomo notas en papel, hacerlo en pantalla me resulta más cómodo, aunque mi mano empieza a dar quejas musculares. Mis cervicales, también.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

28 de enero