viernes, 27 de octubre de 2023

27 de octubre

 27 de octubre 


Acomodo.

Estar a gusto.

Disfrutarlo.

Vivirlo.

Sentirlo.


Lo más aproximado a una sensación de satisfacción.


No es permanente en el tiempo.

Ni en el lugar.

Aquello que satisfizo deja de ser significativo.


Búsqueda.

Insatisfacción.

Necesidad.


Una vez se encuentra, 

de nuevo la inquietud.


Todo es fugaz.

Queremos más.


Buscamos novedades y estímulos.


“No sabes lo que quieres”

Golpea la mente o es voz de reproche.


Cuando las circunstancias tiran, 

no hay pensamientos que retiran.


sábado, 21 de octubre de 2023

21 de octubre

 21 de octubre 


¿De qué lado estamos?

Del nuestro.

Del de los desposeídos.

De los que no contamos.

De los expuestos.

De los mansos que nunca conquistan nada.

De los administrados a bulto.

De aquellos que nada cuentan.

De esas mujeres y niños que pierden sangre en caminos sin destino.

De mí, de ti, de nosotros.

Mansos que suman ejércitos a la fuerza.


Mientras tanto, sus balanzas atesoran premios y prebendas.

Mientras tanto, sus miradas no valoran el desastre y el dolor.

Mientras tanto, ellos suman en sus cuentas.


Para nada.


En su engaño de creencias arrastran al abismo.


Aún así:


Subsistimos

Resistimos

Estamos aquí 


Somos polvo sembrado sobre tumbas de pasado y semillas de futuro.


Cuerpos anclados a una vida por venir.

viernes, 20 de octubre de 2023

20 de octubre

 Creced y multiplicaos


Qué consigna más perversa.

Un destino que lleva al caos.


La caza tiene un fin en control de población.

Las guerras son su sublimación.


La ciencia cura y mata.

Contiene la expansión y evita la propagación infecciosa.


Individual o colectivo.

Cliente y producto.


Muchas infancias perdidas.

Víctimas.


Criminalizan a las ubres que las engendran y alimentan.


Esclavismo de unas para goce de otros.


Campamentos de refugio en que siguen al cuidado de su prole, no suya. 

Mujeres que lavan y cocinan, que evitan la mugre, que no eligen, que dan su cuerpo y vientre.

Marionetas de mundos en perpetua contienda.

Sumisas, sometidas a credos que regulan sus vidas.

¿Libres?

¿Dónde?

domingo, 15 de octubre de 2023

15 de octubre

 15 de octubre 

Cuatro gotas y sol.

Ahora un cielo que promete.

Esperando que moje las calles y limpie el aire.

Ayer empecé a revisar lo digitalizado. 

Han contactado conmigo.

El archivo audiovisual.

Aquellos vídeos que hoy sorprenden.


No pensábamos en límites.

Íbamos dando pasos de libertad.


Cierta frustración. No conseguí digitalizarlo todo. Falló el recurso. La vida me impuso sus prioridades.

No tengo idea de cómo revisar las grabaciones. No quería exponerlas a miradas otras. Por eso adquirí un artilugio que no cubrió todo lo que debía pasar de analógico a digital.

 

Acabo de volver a privado el perfil. Recibo seguidores muy sospechosos y me cansa irlos anulando. Es tiempo perdido.

Estos medios son muy chafarderos.


En el 2007. Verano. Registros en vídeo. Cámara digital, con cinta. Papá y mamá. Un beso. Hice copia a un pendrive que adquirí el viernes.

M debía tener unos diez años. 

Han pasado 16.

Tenemos un otoño seco. Una sequía extrema.

Estos días secos en Barcelona me recuerdan esa sequedad en Huesca.

No vuelvo a Huesca.

Mis padres en el cementerio.

El resto no me lleva a querer ir. Al contrario.

Tuve tres hermanos. Viví pensando que éramos dos, pero fuimos cuatro. Los dos primeros, por circunstancias, no llegaron a buen puerto. Descuido médico. ¡Qué poco importaban!


El mundo es terrible. 

Terrorífico. 

Destruye. 

Desmembra. 

Aísla.

Teje una maraña a su favor.

No cuentas. 

No contamos.

Sólo les vale ganar a nuestra costa.

Nuestra sangre regó sus campos desde el inicio.

Podemos gritar, llorar y patalear.

Nuestra muerte alimenta su cuerpo social.

En sus guerras caemos todos.

Nada nos salvará.



viernes, 6 de octubre de 2023

Notas de septiembre

 4 de septiembre 

Llevo días de una ausencia que parece quedarse.

Fue el inicio de julio.

Siento que mi mente no va por donde antes.

Muchas goteras, dirían mis parientes.

Debo tenerlo en cuenta.

Pensamientos negativos que intento disipar.

Desilusión.

Falta de ilusión.


6 de septiembre 

¿Por qué se apaga el pensamiento?

¿Qué lo enmudece?


10 de septiembre 

No contesté.

En ese momento no sabía.

Al final del día sí.

Aprendí y aprendo. Contigo descubro aspectos de mí.

Que mi madre sembró y voy desperdigando por aquí y por allí.

Un estado de alerta que me hace responder al mundo próximo ante mí.


12 de septiembre

Claro que te arrepientes.

La vida es toma de decisiones.

Una te dirige y deja atrás otras posibilidades.

No puedes rectificar.

Sólo aceptarlo.

Te pudiste equivocar.

Recuerdo que para decidirme siempre optaba por dejar de lado aquello que no.

Esa fue mi salida.

Tantas equivocaciones o no.

Nunca lo sabría.

Si hubiera seguido otra ruta yo no sería yo.

Sería otra.

Hoy recibo un comunicado de una amiga.

Una muerte de alguien que ella sabe conocía.

Si en ese momento mi respuesta hubiera sido otra no sé a qué me enfrentaría.

Una foto y un nombre que no me devuelven la de ese hombre joven.

La vida nos va desmontando.

No me duele su muerte.

Ni la mía.

Que la tierra le sea leve.

Estamos de paso.

Hacemos lo que está a nuestro alcance en este desorden sin planos.

La bandera que enarbola no es la mía.

Ni esa ni ninguna.

No encajo las divisiones por ideología.

Ni las imposiciones.

Nací con una insatisfacción que nunca superé.

Acepto la norma de convivencia de no hacerle mal a nadie, pero no me quiero exponer.

No soy abanderada de nada ni nadie.

Me duele el mundo que expropia y abusa.

El que destruye.

Soy tan frágil que sola no soy nada.

Polvo de un universo que no interviene en nada.

Cualquier tiempo pasado es reflejo deformado.

La adherencia de encontrarse.

Lo casual o destino.

Explicarse.

Ese descanso eterno es el vacío.

La nada.

De la materia transformada no hay ayer ni mañana.

La voz se apaga.

El tiempo inventado me desgasta.


Septiembre 
Golpea la memoria.
El recuerdo se asimila, 
en espasmos de emociones contenidas.

15 de septiembre 
Llevo de pie desde antes de las seis.
Me ha despertado un resfriado nasal. He mirado si tenía fiebre. No.
He tomado antiestamínico y he decidido levantarme al ver que no me volvía a dormir.
Tengo una suposición sobre lo que estoy pasando.
Por una parte tengo el ánimo en decaída.
El 20 tenemos vuelo a Barcelona.
No me tiene motivada.
El golpe del COVID de julio no lo acabo de superar.
Mis intestinos van mal.
Lo contrarresto, pero no lo supero.
Saber que encuentran rastros de virus y concluyen que estos infectan bacterias intestinales me hace pensar que allí está librando batalla mi organismo.
Ayer, tras deposición blanda tomé tres cápsulas de carbón activado. Ahora acabo de hacer lo mismo.
Ayer salí a caminar. Saludé a la tía y seguí hasta dar con mis huesos comprando nuevo portátil pequeño. 
Volví a junto de ellas. Estaban D y N. Allí estuve hasta volver a casa con L.
Desde ayer dolor espalda por encima de lumbares. Lo sufro más sentada en cuatro.
También migraña que afronté tomando hemicraneal al final del día.
Ha petado la bombilla y/o regleta. Repondré bombilla, pero no me fío de la regleta. Una cosa ha dañado otra.
Activé ordenador. Nueva configuración. No me dejó instalar openofice. Reclama que le instale ofice de windows. Veré cómo me lo monto con mi licencia del ordenador que tengo en Barcelona. Quiero pasarle los escritos del iPad. Como empecé a hacerlo en el otro viaje.
He dejado de compartir en redes.
Tampoco actualizo blogs.
Mi escribir se interrumpió.
Desde mi 69 cumpleaños estoy en otro nivel.
Espero sobrevivir.
Lo de la muerte del amigo de R me ha impactado. Ha sido mirar a un pasado que no había revisado. 
Suelo buscar en mis recuerdos. Muchas veces hablo sobre ellos o escribo, pero ese período de mi existencia parecía no tomar cuerpo. Pasaba por encima. Verme en la foto esa Semana Santa en Ordesa, con R y sus amistades, me ha dado un empujón emocional. Dijo L que ve parecido con M, mi sobrina. Yo no lo veo. Tampoco me reconozco. Mi edad entonces 27. Ha transcurrido una vida.
Hoy me ronda qué fue lo que me alejó. 
En mi 28 cumpleaños tuve tarta y regalos. Mediación de R. Mi primera tarta de cumpleaños.
No recuerdo en que momento rompí esas fotos y otras, queriendo sacar de mi piel mi pasado. Sé que estaba sola. Ya no con Ant. Ella me reprocharía posteriormente haber arrasado también con las suyas.
No vale lamentarse.
Mejor eso que lesionarme.
Mi infierno, cuando se activa, es muy autodestructivo.
Ahora sé que muchas personas se lesionan para soportar un dolor interno. Es una pulsión de muerte.
Supongo que fue tras la marcha de V. Un amor pasional que hizo aguas en la convivencia.
Volviendo a mi alejamiento de R. Eso es clave. No lo tengo claro.
Recuerdo que fuimos a Pamplona con L y nos dimos la vuelta. Habíamos quedado con ella. No nos gustó el ambiente.
Posteriormente, pasado un tiempo, contactaron conmigo para que hiciera grabación en colegio. Estuve en su casa pasando vídeo a cinta VHS, y le dejé la original. Debía ser el 86, porque era de un fin de curso y yo tenía la cámara desde el verano del 85.
Después de ese encuentro no hubo otro.
Nos reencontramos tras años. Fui sabiendo de ella esporádicamente. Una vez nos encontramos en el metro. No me gustó su comentario. Ella había pasado a departamento de psico en instituto. Me molestó. Otras veces, su hermana Isa me dio noticias. Ahora mantenemos contacto en redes y whatsapp.

16 de septiembre 
El paraíso perdido es un pasado en que nada diferenciaba por género. 
La familia es la estructura que aliena y somete.

De paso

 6 de octubre 

Es cierto.

Nada volverá.

Ni yo misma.

Fotografías.

Recuerdos amasados en falsa memoria construida.

Ser testigo de mí es pensarme en un instante fugaz.

Repaso, muchas veces, cuando en las neuronas aparecen imágenes difusas, de esa vida fugitiva, que no se deja ensamblar en un emplaste artificioso que pretende reescribirla en humo huidizo.

Aunque lea historias ajenas.

Aunque escriba textos diversos.

Nada es.

Nada será.

Los verbos no bastarán, porque de paso se está.

miércoles, 4 de octubre de 2023

Gato Negro

 4 de octubre

Mi calle.

Era un callejón. Hoy es calle.

Iba a parar a un portalón que se mantenía abierto durante el día. De él se accedía a una huerta que tuvimos alquilada con alfalfa. 

Muchas personas acortaban atravesando el río.

Decían ir a Huesca.

Vivían al otro lado. Alameda, Mártires, Perpetuo Socorro. En mi juventud tuve amigas de ese barrio.

De un lado a otro de la ciudad fracturada por el río, varios puentes. El principal, el de Ramón y Cajal, carretera Barbastro.

Nací a la orilla de ese río, en clínica u hospital. Provincial, del Sagrado Corazón de Jesús, donde fallecieron mis padres, mamá en un frío febrero y papá en septiembre.

De lo que puedo dar testimonio, mis padres perdieron sus dos primeros hijos, nacidos, que no alcanzaron un año. A mí no me buscaron. Eran tiempos muy duros y reveses. Hay una dicotomía entre pensarme la pequeña en referencia a mi hermano y saberme la cuarta.

Estudiando, supe que en nombre de mi calle hacía referencia a lo que en otro tiempo fuera su papel. Allí se secaban y encurtían pieles. 

Nuestra casa tenía un espacio, bajo tejado, al que llamábamos mirador. Seguramente fue destinado, en otro tiempo, a secadero.

Puedo dar fe de que en mi infancia convivimos con un edificio destinado a ese fin. A él llevaban pieles de ganado, vacuno principalmente.

Huesca en esos años se vestía de campos de trigo. Poco a poco su paisaje se fue haciendo más urbano.

Las huertas eran otro de sus paisajes. 

Mis padres dedicaron sus esfuerzos a las vacas. Hay fotografías del tiempo en que las llevaban a un abrevadero del exterior de la plaza de toros.

Nací un 6 de julio. Hay una fotografía hecha en agosto. Mi madre tiene a mi hermano cogido de la mano y a mí en su regazo. Delante de la plaza de toros. En la explanada de tierra se instalaban ferias y circos. Viví relaciones de amistad con niñas de familias que participaban en esas atracciones. Tuve la oportunidad de ver desde dentro todo aquello, gracias a ellas.

En esa época de mi vida jugaba en la calle con vecinos y vecinas.

Entre ellos una niña gitana de mí misma edad. Eso me llevó a entrar y salir a su casa.

Mi escolarización empezó en un párvulos de mucha exigencia. Aprendí a leer a los cuatro años. Ese colegio se cerró y nos repartieron. A mí me colocaron en el colegio de Sta. Rosa.

Viví una discriminación de clase que ha marcado mi vida.

Las vecinas, mi primo y mi hermano fueron repartidos por colegios. Eso supuso una fractura con las niñas de mi entorno social. Lo que en apariencia era un estatus me perjudicaba.

Cuando mis vecinas anunciaron que iban a ir al instituto, yo insistí y conseguí ir también.

Pasamos por un curso de preparatoria para poder hacer el ingreso.

Antes, suspendí el examen de ingreso. No estaba preparada.

Hacer ese curso y asistir a clases en una academia de pago me permitió seguir los estudios, que entonces estaban organizados en cuatro años de bachiller elemental y su reválida, y dos años más, de bachiller superior y con la disyuntiva entre letras y ciencias. Mis fortalezas en matemáticas me llevaron a elegir ciencias. Curiosamente no superé su reválida en esa materia. Suerte que el plan de estudios cambió y pude estudiar COU. De allí pasé a la Escuela de Magisterio que pasaba a ser universitaria, dependiendo de la Universidad Central de Zaragoza. Allí en tres años obtuve la diplomatura en Matemáticas y Ciencias, como profesora de EGB.

Era el plan de estudios de 71. En el anterior se pasaba de sexto de bachiller a Magisterio.

En el 76 empezó mi docencia. Con 22 años. En Cataluña. Principalmente en Barcelona.

Primero estuve en Gavá, un trimestre. Cuando hice las oposiciones, y me dieron el primer destino definitivo, un curso en La Llagosta. El resto en distintos colegios públicos en Barcelona.

Antes de las oposiciones estuve en un colegio privado. El primer curso lo cogí en enero. Quinto de EGB. El siguiente, cuarto.

Mi primer destino, tras la oposición, en el barrio de Pueblo Seco. Al pie del funicular. Con la montaña de Montjuic tras nuestros patios.

Allí estuve tres cursos, poniendo en marcha él aula de educación especial, innovación educativa del momento. En Gavá había llevado un grupo de niños y niñas en un centro del ayuntamiento, con dificultades cognitivas. 

Por entonces, me orientaba al alumnado con esa diversidad. Me moví de esa intención. 


Lo que ha empezado siendo un viaje a mi calle ha virado a otro enfoque. La memoria divaga.


Hoy desperté pensando en ese tiempo de mi infancia. En el bar que regentaba el vecino. El Gato Negro.

La vida en Las Tenerías llena de vivencias y recuerdos.

Del número cinco salí con dieciséis años. Nos mudamos al piso que se vendió tras la muerte de papá, en el número uno, de la que hoy es calle Tenerías, que va recta hasta la calle que circunscribe parte del río.

Allí dónde transcurrió mi infancia y adolescencia hoy hay edificios y un parque.

Mis padres lo disfrutaron en su vejez.


28 de enero