Lo que cuenta no está afuera.
Ni aplausos, ni reconocimiento.
Ser visible es vital, pero no para todo el mundo.
Te basta y sobra esa mirada de reconocimiento humano.
Mirada que no da esa persona que se cruza sin verte.
La da quien como tú interactúa.
Con el gesto bastará.
La palabra amable.
El silencio audible.
Quien no te cosifique bastará.
No somos cosa.
No mercancía.
No número.
No uno más para sumar cómputo.
No somos nadies.
Tenemos necesidades.
No pases de largo.
Mira mis manos.
Son para tocar, asir y acariciar.
Para saludar.
¿Qué tal estás?
No como mera fórmula.
Si te pregunto, quiero respuesta real.
Desgrana tu verbo.
Habla de lo que sientes.
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